Espectacular.
Siento no ser más original y comenzar la crónica del concierto del pasado sábado en Madrid, como la anterior que hice del concierto de Roma, pero es que no se me ocurre otro calificativo mejor.
El hecho de haberlo visto sólo tres meses antes, no hizo más que crear en mí más expectación, porque ya sabía lo que me esperaba: dos horas de música y pasión en buenísima compañía.
Pasar el día en la cola con los compis ramazzottianos (y mi hermana, que una vez más, me acompañó en esta aventura) es genial. Cada vez SOMOS más y el sentimiento que nos une es muy especial, por eso estos últimos encuentros han sido únicos para mí.
El hecho de haberlo visto sólo tres meses antes, no hizo más que crear en mí más expectación, porque ya sabía lo que me esperaba: dos horas de música y pasión en buenísima compañía.
Pasar el día en la cola con los compis ramazzottianos (y mi hermana, que una vez más, me acompañó en esta aventura) es genial. Cada vez SOMOS más y el sentimiento que nos une es muy especial, por eso estos últimos encuentros han sido únicos para mí.
Pues eso, las horas de cola tienen su recompensa (gracias a
tod@s los que estabais allí desde primera hora) y, aunque un poco ladeados, en
primerita fila que estábamos.
El inicio del concierto fue muy emocionante. Yo ya lo viví
en Roma, pero no por eso dejó de emocionarme. Eros sale, guitarra en mano,
cantando “La vida todavía” (un tema que nos puso a todos los pelos de punta) y,
a mitad de canción, se desata la locura con el levantamiento de la estructura
que tiene detrás, que se eleva y se transforma en varias pantallas, mientras
empiezan a sonar los potentes acordes de “Sotto lo stesso cielo” y todos
empezamos a vibrar.
Eros está en plena forma y cantó fenomenal. Esta vez no estuvo
tan estático leyendo las pantallas y se relajó cantando parte del repertorio en
su lengua y parte en la nuestra. A mí lo mismo me da, pues las coreé por igual
y además pudimos disfrutar de EROS en estado puro, yendo de un lado para otro
sin parar. Algo que nos vino muy bien, ya que a ratos estaba justo delante
nuestra.
En una de estas, vio el cartel que llevaba la pequeña L, en
el que le decía “Quiero cantar contigo”. Entonces se vivió uno de los momentos más emocionantes del concierto, ya que Eros le concedió su deseo. (La emoción
que sentimos todos los que estábamos en su grupo, no la puedo describir, pero
puedo decir que hasta Eros estaba emocionado).
Y bueno, el repertorio fantástico, con temas de siempre como
“Una historia importante”, “Adesso tu”, “Terra promessa”, “Cuori agitati”,
“Emozione dopo emozione”, “Un cuore con le ali”, “Por ti me
casaré”, “Stella gemela”, “Un grosso no”, "Piu che poui", Musica è, "Si bastasen un par de canciones" o "Dove c'è musica".
La versión acústica de "La Aurora", fantástica y la versión a capella de "Otra como tú", maravillosa. Las nuevas versiones de "Cosse della vita" y "Un attimo di pace", espectaculares. Como siempre, mención especial a "Favola", mi tema favorito, que siempre me emociona al cien por cien.
Del nuevo disco, además del tema de apertura, cantó "Noi", "Este tiempo tan nuestro", "Fino all'estasi" e "Infinitamente".
Tras presentar a la banda y despedirse, volvió a salir al escenario para terminar con una versión muy movidita de "Fuoco nel fuoco" con bailecillo incluido, "Un ángel como el sol tú eres", con bis incluido a capella y finalmente "La cosa más bella", la señal de que con el "Madrid, ¡gracias por existir!", todo se acaba.
Momentos memorables también los solos de guitarra, ¡qué manos tiene! Y toda la banda que lleva, fantástica.
Momentos memorables también los solos de guitarra, ¡qué manos tiene! Y toda la banda que lleva, fantástica.
Eros estaba pletórico y feliz, bromeó con el momento “blues”
con uno de los guitarristas, con el tema “Z”, pronunciándola perfecta y
exageradamente en “La Aurora ”
y el momentazo: tapándose la nariz y diciendo “Yo quiero cantar como
Ramazzotti”. ¡Qué grande!
Y se acabó. Ahora continúa su gira en Latinoamérica y
Australia. Como viene siendo habitual, nos tocará esperar otros tres añitos
para volver a vivir estas emociones, pero lo que está claro es que la espera
será mucho más llevadera gracias a las amistades que se han forjado entre esta
comunidad ramazzottiana de la que me siento muy orgullosa de pertenecer.
“ Il filo che ci lega, tu chiamalo destino, oppure noi”.
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Mis anteriores crónicas ramazzottianas:
2 comentarios:
No sé porqué pero tenía claro quien iba a ser el cantante.
:))
Sergio, después de este magnífico disco y de la gira (que sigue por América y Australia), nos toca unos añitos de sequía ramazzottiana, en fin...
Saludos Sergio!
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