Hace un par de días, una alumna de 5º se me acerca muy misteriosa con un papel en la mano. El papel estaba cuidadosamente doblado en forma de sobre e iba dirigido a mí. "Toma maestra, pero no lo abras aquí, ¿eh?". Lo guardé dentro de mi libreta y ayer, mientras los de 3º hacían su examen, lo abrí: Para mi mejor maestra de inglés y de todo.
La niña en cuestión se llama María José, es gitana y, a diferencia de lo que se podría pensar, es un primor de niña. No se le da bien el inglés, pero se esfuerza, y eso, tiene su recompensa.
No sé cuántas notas, cartas y dibujos por el estilo me han regalado hasta la fecha mis alumnos, pero no me canso de recibirlas, sobre todo en estos tiempos en que las relaciones maestros-alumnos son tan complicadas.
La verdad que guardo un recuerdo bastante grato de la mayoría de mis alumnos, espero que ellos también de mí.