sábado, 21 de junio de 2008

Teacher, ¡no te vayas!


Esta frase es la que más he oído desde que el miércoles 11 de Junio, les dije a mis alumnos que el próximo curso no estaría con ellos. Estuve retrasando el momento al máximo, porque sabía lo que iba a pasar, especialmente con los de 5º B, que llevan demostrándome su cariño desde que llegué aquí hace dos años.

¿Cómo se le explica a unos críos estos entresijos del concurso de traslados, los destinos, los puntos y demás? ¿Cómo les explicas que mi intención fue irme desde el primer momento porque no sabía que iba a estar tan a gusto en el cole? ¿Cómo les hago entender que mi vida no está en Albox? ¿Cómo les digo que ni yo misma sé si es una buena decisión, si no sé lo que me voy a encontrar? Mi explicación ha sido bien sencilla: “Me voy a mi casa y porque me tengo que ir”. Evito decirles que he sido yo la que ha pedido el traslado aunque les soy sincera cuando les digo que les voy a echar mucho de menos.




Esta nota me la dieron cuatro alumnas y un alumno de 5º B el jueves por la mañana. El día de antes, en clase, ya me habían invitado a pasarme por su fiesta después del recreo, así que suponía que era algo de eso, pero no.

Fue un espectáculo en toda regla, con escenario incluido, y, efectivamente, inolvidable.

viernes, 13 de junio de 2008

Corazón de mudanza.


¡Ay, qué abandonado tengo el blog!

La verdad es que mis últimos días en Albox están siendo bastante ajetreados: los exámenes finales, la actuación de fin de curso, revisar los cuadernillos (unos 120 nada más…), los papeleos del cole y, sobre todo, la mudanza.

Hay que ver lo que una es capaz de amontonar en dos años. Me acuerdo de mi última mudanza en Aldeaquemada, que creía que no cabría todo en mi Chiquitín (ya os hablaré de él) y a final resultó que sí, pero ahora…Llevo dos semanas trayéndome cosas (que no sé dónde voy a meter) y aún quedan otros tantos, pero no sé si habrá que hacer un tercero.

Y a todo esto hay que añadir la inminente despedida de mis alumnos y mis compis.

Tengo, como diría
Tontxu, el corazón de mudanza.