Hoy se me ha vuelto a hacer tarde. Es inevitable: todas las mañanas me faltan cinco minutos (aunque me levante antes, me siguen faltando). Entonces, a los cinco minutos de rigor, hay que sumarle los que ahora me paso de más en salir de la ciudad (obras otra vez). Pero hoy, en un semáforo interminable, he escuchado una canción de las cientos que llevo en mis selecciones particulares para el coche, que me ha animado bastante:
He llegado al cole y en la fila de mis niños no veo a Barsinson. ¿Es posible? No se ha puesto malo en todo el curso y eso que este mes ha sido nefasto para mi curso, pero le ha tocado. Estupendo. En cambio, J ha venido más nervioso que de costumbre y me ha hecho perder la paciencia más pronto que de costumbre, pero A me ha dado una alegría y, en general, se han portado bastante bien. Además me lo he pasado en grande con los de cuatro años a última hora intentando que se ganaran su “Easter Egg” (bueno, en realidad no eran huevos que son muy caros, se han apañado con unas chocolatinas con forma de mariquita muy graciosas).
Y esta noche, vamos de celebración: es el cumple de mi mami y vamos a celebrarlo como ella se merece. Así que ya hemos hecho una pre-celebración y nos hemos zampao una tarta buenísima.
Sí, la vida tiene estas cosas :D