¡Feliz
año a tod@s!
No
quería cambiar el formato del blog, pero es que veo por ahí plantillas tan
chulas y que se ven mejor y más grande que la mía, que por fin me he decidido.
Además,
debería disculparme por haber estado ausente tanto tiempo. Es cierto que he
estado un poco perdida por la blogsfera (aunque veo que no soy la única) pero
varios factores han influido en este hecho. El primero y fundamental, la falta
de tiempo, aunque no es excusa del todo, pues he sacado tiempo para dedicárselo
a otras redes sociales, pero gracias a otros dispositivos, pues mi ordenador,
hace tiempo que está pidiéndome la jubilación.
Ése
ha sido el segundo motivo que me ha alejado de aquí. Mi ordenador tardaba
siglos en cargar en general y, con mi página de Blogger en particular, se
esmeraba a propósito para desesperarme de una manera que mejor no relatar por
aquí. Así que le he hecho caso y ya tengo en mis manos otro ordenador. Espero
que ahora la cosa vaya a mejor (bueno, primero tengo que hacerme con él, la
manzanita es muy diferente, pero poco a poco).
Y
así comienzo el año. A diferencia que en años anteriores, no he terminado el
año recapitulando, sino que he dejado colgada la última entrada a propósito
para empezar el año como debí haberlo terminado.
En
lo profesional, mi año ha estado marcado por el cargo que asumí no sé muy bien
por qué y que, ciertamente, me está amargando un poquito la vida en Siberia.
Pero de esto no hablaré, fue uno de mis propósitos hace ya, y quiero seguir
cumpliéndolo.
En
lo personal, no me puedo quejar. Mi año ha estado marcado por el afianzamiento
de la amistad con algunos de mis compis del cole que ya son AMIGOS con
mayúscula y por los maravillosos encuentros ramazzottianos que han tenido lugar
este año. Otro puñado de AMIGOS que se han unido a mi vida y que me tienen
contentísima.
Además
de los viajes que me ha brindado el “NOI TOUR”, se han producido varios a lo
largo del año que me han aportado grandes momentos en buenísima compañía. Roma,
Barcelona, Málaga, Almería y Valencia han sido algunos de mis destinos.
La
música ha estado muy presente en este año. Mi colaboración con el coro romero
al que me uní hace dos años, me ha tenido entretenidísima, todo el día con la
guitarra pa’rriba y pa’bajo (memorable el día en que mis amigas me acompañaron
a las fiestas de un pueblo al que fuimos a tocar) y con el vestido y la flor
puesta. Madre mía, si me lo cuentan hace un año no me lo creo.
Además
de los conciertos de Eros en Roma y Madrid, disfruté aquí en Jaén de los
Hombres G y en Baeza de la gran Rosana (incluido encuentro posterior con
momento firma de disco y fotaco). Y no puedo olvidar del descubrimiento de un
grup local que me gusta mucho: “El Nono y la banda magnética”.
La
parte negativa se la debo a nuestro ministro y su ley de educación. Huelgas y
camiseta de la Marea Verde al canto.
Bueno
y también una parte negativa se la debo también a mi nervio ciático, que en el
mes de noviembre dijo “aquí estoy yo” y aquí está el tío, fastidiándome todo lo
que puede. Ahora que yo, sigo con mi natación y con mi bici (aunque la tengo un
poco abandonada desde que pinché este verano y luego vino el nervio éste a
fastidiar). Ah, y con el pádel, que aunque mira que somos malas mis compis y
yo, qué bien que nos lo pasamos.
Como
en otras ocasiones, me gustaría finalizar la entrada con una foto significativa
del año, pero me está costando horrores elegirla, así que elijo una de las
fotos del concierto de Madrid, por todas las emociones, alegrías y compañía que
lleva detrás, y una canción, la que abría esta gira...
“…nuestro
fuego ilumina el cielo como estrellas únicas, con mil sueños…”