jueves, 27 de mayo de 2010

A medio camino (III)





Hoy es mi cumpleaños.

Como ya escribí en anteriores ocasiones, creo que todavía tengo mucho por hacer. Hace dos años me propuse cumplir un sueño y lo cumplí. Hace un año me propuse otro y también lo cumplí. Incluso el otro propósito que tenía y que veía tan complicado, también lo cumplí. Este año me propondré seguir adelante con ese proyecto: montar mi piso y empezar una nueva etapa en mi vida.

Gracias a todos los que con vuestros regalillos estáis contribuyendo a que este proyecto no sea tan costoso, jeje.

Gracias a todos los que os habéis acordado de mí y a los que dejaréis vuestro rastro por aquí.

Por cierto, que el domingo empecé a ponerme mala y ayer tuve que ir al médico porque la congestión, el dolor de cabeza y la afonía no me dejaban. Me hago mayor…




jueves, 20 de mayo de 2010

A estas alturas...




A estas alturas de curso, estoy que ya no me aguanto ni yo. Y eso que todavía no ha llegado el calor infernal a las clases. Los críos están súper revoltosos y los míos, en concreto, están insoportables e inaguantables. En serio, estoy harta.



martes, 11 de mayo de 2010

Antes.




Antes, mi piso tenía cosillas que no me gustaban, como el suelo, las puertas, el color de las paredes, el armario empotrado (que era horroroso), el lavadero que no tenía cierre y algunas cosillas más.

Ahora mi piso es MI PISO. Tiene suelo nuevo, puertas nuevas, ventanas y persianas nuevas (y nidos nuevos…), enchufes e interruptores nuevos, un cierre en el lavadero nuevo, un armario empotrado nuevo, un aparato de aire acondicionado nuevo en el dormitorio, moldura nueva en el techo, colores nuevos en las paredes y paredes lisas en el salón.

Falta amueblarlo, pero eso será cuando mi cuenta corriente se recupere un poco.







;)

jueves, 6 de mayo de 2010

Volverán las oscuras golondrinas.





Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán;


pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!
(…)

(Gustavo Adolfo Bécquer)

Me cago en las golondrinas y en los nidos que han colgado en mis ventanas nuevas…

¡Arrrrrrggggg!