sábado, 25 de septiembre de 2010

Consecuencias.




La garganta es el punto débil de los maestros, y la mía no iba a ser menos.

Es normal que a estas alturas del curso (las primeras dos semanas son determinantes) las gargantas de los maestros empiecen a resentirse, sobre todo la mía, pues como ya sabéis, tengo que emplear un, llamémoslo, tono alto casi todo el tiempo. Cuando no estoy en mi clase, estoy con los peques, con los que también tengo que forzar la voz, sobre todo cuando me pongo a cantar esas cancioncillas que luego ellos tan felizmente canturrean.

El caso es que tuve la genial idea de ponerme la discografía completa de Eros Ramazzotti en el coche al principio de curso, y claro, a mí me encanta cantar en el coche y me encanta Eros Ramazzotti. Cuando le di la primera vuelta (en castellano), decidí seguir con otro de mis incondicionales y me puse la discografía de Ismael Serrano, cuyo tono de voz me viene mucho mejor para cantar a grito pelao y claro, el primer disco es uno de mis favoritos, total que fui cantando todas las canciones de principio a fin, especialmente ésta:



Por la noche, notaba que me fallaba bastante la voz y que estaba un poquito afónica.

Ayer tocaba “La memoria de los peces”, otro de mis favoritos. Ya desde la primera estrofa de “Últimamente” me di cuenta de que era imposible. Así que tuve que hacer lo que hago normalmente porque mi garganta ya no se recuperará durante el curso: cantar en playback.

Me parece que sería más aconsejable poner la radio…

viernes, 17 de septiembre de 2010

My week.



Voy a proponerme no utilizar el blog para quejarme, pero hoy no… ¡mañññana!





En Andalucía las clases comenzaron el viernes 10, con horario flexible, pero suficiente para comprobar que mis niños no han cambiado y que me van a dar el curso (y ya van tres).

El lunes 13 sólo estuve con mis niños una hora y media, así que no estuvieron muy mal, pero al salir, ya me estaba esperando una madre para quejarse de Barsinson y de, llamémoslo BarDos, porque le habían pegado a una niña. Total, que toca montar el espectáculo a la salida con todas las familias allí.

El martes 14 me cuentan (a gritos, porque mis niños no saben hablar de otra manera) que había un tercer implicado en la pelea del día anterior. No me extraña en absoluto lo que me cuentan con lo que decido castigar también a, llamémoslo BarTres, sin recreo. La pechá reír que se pegaron mis compis cuando vieron a los tres allí plantados. “¿Así estamos yaaaaaaa?”

El miércoles 15 les pido que me enseñen las libretas con las cuatro cuentas que les mandé el día anterior para repasar. Repito: cuatro cuentas. La mitad de la clase (exactamente el 50%) no las ha hecho. Empiezo mi registro de trabajo diario poniendo un chorro de negativos. Ese día empiezo con las pruebas de Evaluación Inicial y por la tarde el bolígrafo rojo empieza a quejarse…

El jueves 16 me dirijo a abrir la puerta del pabellón (es decir, antes de entrar) y viene un niño de 1º llorando y tapándose un ojo diciendo que BarDos le ha pegado. La madre del niño viene corriendo y a mí me toca otra vez poner orden delante de tooooodas las familias y tener a otro castigado en el recreo. Durante el mismo, recibo quejas de BarTres.

El viernes 17, o sea, hoy, le informo a BarTres de su castigo, pero después de que la supuesta ofendida me dice que no, que estaban jugando, decido perdonarlo. Durante las pruebas de Evaluación Inicial, me da bastantes motivos para castigarlo otra vez, pero paso. La hora antes del recreo tengo clase con 1º, cuando vuelvo a dejar el material, mi compañera me informa de que Barsinson le ha pegado un guantazo a una compañera. La roja cara de la agredida confirma todo lo que la maestra me ha contado. Total, que ya tengo a otro castigado en el recreo. Poco antes de entrar, otro niño viene quejándose de BarTres. Hablo con él y con el otro niño y lo solucionan, entonces viene mi jefa y me cuenta que el padre de BarTres vino el otro día a quejarse por el castigo. Genial.

Leyendo lo acontecido en mi semana, ya os podéis hacer una idea de lo que será mi día a día los próximos nueve meses…


martes, 14 de septiembre de 2010

Voz de anuncio.



Seguro que estos anuncios le han arrancado una sonrisa a más de uno:







Pero mi favorito, sin duda es éste:



¡Jajajajaja! ¡Me encanta!

Por cierto, que en YouTube, hay varias historias de esta parejilla, por si os interesa.

xD

miércoles, 8 de septiembre de 2010

De infarto.



Así fue el final de la sexta temporada de “Anatomía de Grey” de ayer.

Madre mía, y eso que ya había leído en una revista más o menos lo que pasaba, pero es que era una sorpresa detrás de otra. Estuve en tensión todo el tiempo. Menos mal que gracias a un anuncio (sí, en uno de esos intermedios que hacen cuando faltan dos o tres minutos para que finalice el episodio), me puse a decir tonterías y a relajar el ambiente, porque nos iba a dar algo a las féminas de la casa que nos concentramos en mi habitación para ver la serie.

Es obvio quien ganó el partido de anoche contra el fútbol, ¿no?




:D

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Privilegios.




Una de las cosas que más me gustan de estos primeros días de trabajo sin niños es que, como no tenemos recreo, buscamos un ratillo para juntarnos y tomarnos un café. Así, nos ponemos al día con nuestros compis y conocemos a los nuevos. Es en estos ratillos donde más se estrecha nuestra relación, ya que en algunos casos el contacto con algunos compañeros se limitará a verlos en un claustro y poco más. Es la desventaja de trabajar en un centro que imparte también el Primer Ciclo de Secundaria y obliga a tener horarios diferentes.

Hoy había mercadillo en Siberia y, para mi asombro, las calles no estaban tan concurridas como de costumbre, pero al pasar cerca del parquecito que construyeron en el pueblo hace apenas un año, empezamos a ver caras conocidas.

Entonces escucho un efusivo “¡Maestra!” Somos varias las que miramos al parque, pero entonces una vocecita grita “¡Teacher!” Jeje, ésa soy yo, y luego un “¡Seño Elena!” Ajá, ésa también soy yo, y al momento me encuentro dando besos a mis alumnos. Cómo han crecido, es increíble. Alguno de los míos intenta hacerse el despistado y me saluda desde lejos, pero cuando lo llamo con la mano, viene también a saludarme con un poco de vergüenza. Y así se ameniza mi paseo a la cafetería. Ya de vuelta me encuentro también con un par de madres que me comentan las ganas que tienen de que empiece el colegio.

Empezamos a funcionar en el cole. Los compañeros de Secundaria tienen exámenes que hacer y corregir y a los de Primaria nos esperan unos días duros adecentando las aulas (este años nos hemos encontrado con la grata sorpresa de que ya están limpias), organizando los lotes del programa de gratuidad de libros de texto (que es una de las cosas que más quebraderos de cabeza nos darán), planificando actividades, preparando las programaciones y mil cosas más que irán surgiendo.

A las dos en punto nos despedimos hasta mañana. Como he sido madrugadora, he pillado uno de los dos sitios donde a esa hora hay sombra, bien. Me dispongo a salir del pueblo y desde la acera, Barsinson me saluda con una sonrisa.

A ver quién puede presumir de una bienvenida tan grata en su vuelta al trabajo.

;-)