miércoles, 31 de marzo de 2010

La raíz.




La raíz es el origen
y el origen es mi madre.
La que lava, la que plancha,
la que riñe y la que sabe.
Que es el centro de la Tierra,
es la guía de mis pasos,
la que siempre quise tanto
y sigo necesitando
a pesar de ser tan alto…

(Tontxu – “La raíz”)



Aunque últimamente discutamos más que nunca, sabes que sigues siendo mi raíz.

Feliz cumpleaños Mami. Te quiero mucho.

;-)

jueves, 25 de marzo de 2010

¿Quién me mandaría meterme en obras?



Pues eso, que ¿quién me mandaría meterme en obras justo al final del trimestre? Con las semanitas que llevo y esta última que ha sido bestial, con dos tardes completas incluidas (hoy he estado exactamente 12 horas de reloj en Siberia) y sin tiempo de ir a ver lo que me están haciendo en el piso y sin tiempo de elegir la escayola, los colores, los interruptores…



Menos mal que el que yo he contratado parece más serio, veremos a ver cómo acaba esto…

sábado, 20 de marzo de 2010

La gala de los Oscars 2010.



Si el año pasado comencé mi crónica diciendo que me había gustado mucho, este año comenzaré diciendo que me ha gustado poco.

Si tuviera que elegir una palabra para definirla sería sosa.

No sé a qué venía tanto empeño en acortar la gala, si total, duró más o menos lo mismo y lo peor: se notaban demasiado esas prisas y ciertos momentos de censura (como cuando los ganadores al mejor documental, “The Cove”, sacaron un cartelito y en seguida cambiaron de plano).


Ni que decir tiene que eché muchísimo de menos al maestro de ceremonias de la edición pasada. No es que Steve Martin y Alec Baldwin no estuvieran a la altura, pero los ya mencionados cortes, las prisas y algunos de los traductores del Plus (que cada año se superan a sí mismos, haciéndolo cada vez peor), le restaron frescura a una gala que al principio prometía algo, pero que poco a poco fue a peor. Ahora sí, el momento más divertido de la gala lo protagonizaron estos dos con un vídeo a lo “Paranormal Activity” (hay que pinchar porque no tiene el enlace activado).


Por lo demás pocas sorpresas (o muchas, según las expectativas). Kathryn Bigelow se convertía en la primera mujer galardonada en la categoría de Mejor Dirección, “Avatar” se convertía, según los medios, en la gran perdedora de la noche (qué poco me gusta a mí este calificativo), Penélope Cruz y Javier Recio volvían a casa con las manos vacías mientras que Juan José Campanella recogía exultante su Oscar por “El secreto de sus ojos”. Y bueno, Meryl Streep se quedaba otra vez con su decimosexta nominación y sin Oscar.

Recapitulemos a modo de “Lo más…”

- …emotivo: el recuerdo a los fallecidos del año pasado con Demi Moore presentando el vídeo que comenzaba con la imagen de Patrick Swayze y de fondo, “In my life” interpretada por James Taylor.

- …emotivo (segunda parte): Molly Ringwald y Matthew Broderick presentando el homenaje al director John Hughes con la posterior presencia en el escenario de muchos de los actores de sus películas.

- … cachondo: Tina Fey y Robert Downey Jr marcando las diferencias entes actores y guionistas.

- … gracioso: el ya mencionado vídeo de los presentadores.

- … buscado por la prensa: la foto de Penélope y Bardem y el duelo Kathryn Bigelow / James Cameron.

- … musical: el numerito de los bailarines presentado las mejores bandas sonoras.

- … trasgresor: Jeff Bridges al recoger su Oscar y saltándose la normas una y otra vez (no recuerdo la de veces que nombró a “my mum and dad”. Ole ahí.

- … transgresor (segunda parte): Sandra Bullock al recoger su Oscar y saltándose varias normas a la vez que las lágrimas. Ole también por ella.



- …nombrada: Meryl Streep. Hasta se llegó a decir que las normas de la academia debían cambiar para que dieciséis, fuera el tope de nominaciones.

Y ahora las preguntas sin respuesta:

- ¿Por qué no se entregó el Oscar honorífico a Lauren Bacall (y el de Roger Corman y Gordon Willis) en la misma gala?

- ¿A quién se le ocurrió la tontería esa de no llorar ni nombrar a la familia al recoger el premio?

- ¿Por qué no se cantaron las canciones nominadas como de costumbre? (Por cierto, tengo pendiente una entrada de esto).

- ¿Por qué no dejaban que algunos premiados agradecieran sus premios cuando eran varios?
- ¿Por qué Juan José Campanella tuvo que correr tanto en su discurso (en un idioma que no era el suyo) para que no lo silenciaran con la música?

- ¿Por qué Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino hacían tan buenas migas?

- ¿Dónde estaba (y ya van dos ediciones) Jack Nicholson y sus gafas?

- ¿Dónde estaba Brad Pitt?

¿Qué queréis que os diga? La gala sin Hugh y sin Brad, no es lo mismo…



sábado, 13 de marzo de 2010

Hace diez años...


Hace diez años empecé, oficialmente, mi trabajo como maestra.

Los comienzos ya los conté en “Hace ocho años” y en “Hace nueve años”, así que si estáis interesados, pinchad en los enlaces correspondientes.

Poco más tengo que añadir desde que consiguiera mi destino definitivo. Este es mi segundo curso en Siberia (seguiré llamándolo así mientras esté allí) y tengo 73 alumnos desde infantil a tercero de primaria a los que doy Inglés. Además, sigo siendo la tutora de 15 de ellos y, al igual que el año pasado, me siguen teniendo frita, pero ahí vamos.

Sigo disfrutando como una enana con los más pequeñines y sigo disfrutando de mis pocas horas de inglés, por lo que sigo pensando que, una vez que cumpla mi condena, volverá mi entusiasmo (que en realidad sigue ahí, sólo que un poco machacado por las circunstancias). Mi agenda del móvil es cada vez más extensa y sigo despidiendo, curso tras curso, a compañeros estupendos.

Tengo menos voz, menos paciencia, más dolores de cabeza y de espalda que nunca (y un tocho de libretas esperándome en la mesa…)

Tengo un recorrido diario de 62 kilómetros por buena carretera (aunque últimamente, debido a las incesantes lluvias, el último tramo está feillo) y un coche estupendo para realizarlos. Lo mejor de todo: que vuelvo a casa todos los días.

Y, por supuesto, todavía me queda mucho por aprender y, como no, por disfrutar.

;-)


miércoles, 10 de marzo de 2010

Podría ser.




Podría ser cartero de Neruda,
pescador de estrellas, navegando en la luna,
piloto de cometas, explorador de abismos,
quizá recolector de gotas de rocío.




domingo, 7 de marzo de 2010

La dama y la muerte.




Suerte a Javier Recio y a los estudios granadinos Kandor Moon con su corto esta noche.




Prometo crónica como la del año pasado.

;-)

martes, 2 de marzo de 2010

Jaén, is different?



Pos… yo diría que sí.

A ver, hace casi nueve años cuando fui por primera vez a un macro concierto en Madrid (ya imagináis de quién, ¿no?) me quedé un poco flipá de ver a la gente un poco estática. Vamos, que sólo alborotaban un poco los del albero (aquel concierto fue en Las Ventas) y yo, que por la incompetencia de los de “El Corte…” me tuve que quedar en las gradas, estaba que daba botes en el asiento porque lo único que quería hacer era dar gritos y saltos.

Como sabéis, hace poco que volví a otro macro concierto, esta vez a pie de escenario. Pues bien, la sensación es más o menos parecida. Vaya, que el concierto llega a ser en Jaén y Eros lo flipa en colores. En serio.

Aquí cuando viene cualquier matao, nos hacemos polvo gritando y animando, así que imaginaos cuando viene alguien más o menos importante. La sensación que se tiene como público es que, el artista o artistas están agradecidos por el calor del público y, sobre todo, sorprendidos. Yo me preguntaba si ese entusiasmo sería fingido o por el contrario era lo habitual, pero ya veo que no. Es real.

Pongo más ejemplos. Hace cosa de un año que vi el musical de “Hoy no me puedo levantar” en el Nuevo Teatro Infanta Leonor (es que ahora que tenemos un teatro medio decente, pues traen cosillas bastante apañás). El aforo completo en pie aplaudiendo minutos y minutos. Recuerdo la cara del chaval que interpretaba a “Colate”, que fue el más aplaudido, su gesto de sorpresa y gratitud lo decía todo. Y hace tres semanas, que estuve viendo “Mamma Mia!”, pues tres cuartos de lo mismo: aplausos, aplausos y más aplausos. La gente en pie y cantando y bailando “Waterloo” y los artistas venga a saludar y a saludar.


Y ahora viene el contrapunto. El domingo estuve en Madrid viendo “Chicago”. Entre canción y canción algún que otro aplauso, pero se entiende, porque piensas que se están reservando para el final. Pero llega el final y el aplauso es efusivo, pero nada más. Allí no se levanta ni el tato y yo, conteniéndome. No pude evitar imaginármelos aquí en Jaén y todo el teatro en pie aplaudiendo hasta que te duelen las manos y los brazos.

No es que seamos exageraos ni nada de eso, simplemente somos así.

;-)