sábado, 21 de abril de 2012

Uno más uno son siete (Parte III)




Esta vez no traigo ningún disparate ni respuesta ingeniosa de ninguno de mis alumnos. Traigo disparates varios, sí, pero del ministro de Educación José Ignacio Wert.

Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.
Boletín Oficial del Estado: 21 de abril de 2012, Núm. 96

Artículo 2. Ratios de alumnos por aula.
(…) las Administraciones educativas podrán ampliar hasta un 20 por 100 el número máximo de alumnos establecido en el artículo 157.1.a) de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, para la educación primaria y secundaria obligatoria.

Según las declaraciones del Ministro, esto supondrá que en Primaria se podrá llegar a los 30 alumnos por clase.

Y ahora yo digo: Menuda novedad. Que levante la mano los que han estado en algún cole en el que no se cumpliera la ratio. Vamos, que esto lleva pasando mucho tiempo, antes de la crisis incluso, que cuando yo estaba en el destierro ésta era la realidad, y no se hacían desdobles hasta que no se superaba esa cifra, total, que en esto ya llevábamos tiempo recortando.

Artículo 3. Jornada lectiva.
1. La parte lectiva de la jornada semanal del personal docente que imparte las enseñanzas reguladas en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en centros públicos y privados sostenidos con fondos públicos será, como mínimo, de 25 horas en educación infantil y primaria y de 20 horas en las restantes enseñanzas, sin perjuicio de las situaciones de reducción de jornada contempladas en la normativa vigente.

A ver, señor Ministro, ¿no estaba usted el día que aprendieron la tabla del 5? Mire que es una de las primeras que los niños se aprenden. Bueno, yo se lo explico: cinco días por cinco horas son veinticinco, o lo que es lo mismo, si reparte usted las veinticinco horas que YA tenemos entre los cinco días lectivos (de lunes a viernes) salen cinco horas diarias. Total, que no entiendo cómo esta medida va a ayudar a ahorrar, si esas son las horas lectivas que tenemos desde hace mil años…

Artículo 4. Sustitución de profesores.
En los centros docentes públicos, el nombramiento de funcionarios interinos por sustitución transitoria de los profesores titulares se producirá únicamente cuando hayan transcurrido diez días lectivos desde la situación que da origen a dicho nombramiento. El período de diez días lectivos previo al nombramiento del funcionario interino deberá ser atendido con los recursos del propio centro docente.

Esta medida es que, simplemente, me da la risa. ¿Es que alguna vez ha cubierto una baja inferior a diez días? Si se han quedado sin cubrir bajas por maternidad y hemos llegado a tener cuatro bajas sin cubrir en el centro… lo dicho, me da la risa.


Es que me he quedado de piedra con todo esto. Ha anunciado estas medidas a bombo y platillo y todavía no me queda claro cómo se va a ahorrar un solo euro con estas medidas que, insisto, no son nada nuevo…

domingo, 15 de abril de 2012

Versión (II).





Hace tiempo que no ponía una versión, (bueno, puse otra pero con otro título, y otra más de la que no quiero ni acordarme...) y hoy que he estado escuchando una, me he decidido a ponerla por aquí.

La primera vez que la escuché, pensé “esta canción me suena”, y cuando la reconocí, me quedé pillá. Qué buena es.



Tengo que decir que ya me gustaban los “The Housemartins” desde hace mil años, así que la voz de este hombre me sigue atrapando.

Pero, claro, la de Johnny y Olivia sigue siendo brutal.




:D


miércoles, 4 de abril de 2012

De cómo Lenitita comenzó sus vacaciones...






Después de un final de trimestre bastante agobiante (como de costumbre), Lenitita se disponía a pasar el último día del trimestre sin mayores complicaciones que las de un viernes normal y corriente.

Comenzó el día estrenando unas lentillas, que ya tocaba cambiar las anteriores y partió sin más hacia Siberia.

A media mañana empezó a notar molestias en el ojo derecho. Se ausentó en dos ocasiones al servicio para enjuagar las lentillas, pero las molestias no desaparecieron.

Llegó el final de la jornada y algunos compañeros decidieron ir a comer juntos. Lenitita no pudo acompañarlos, ya que las molestias en el ojo eran tales, que antes acudió a su domicilio para quitarse las lentillas y ponerse las gafas.

Fue entonces cuando Lenitita descubrió que, a pesar de las gafas, su visión no era la correcta.

Acudió entonces al servicio de urgencias (no sin antes avisar telefónicamente a su querida y sufrida Madre) donde le diagnosticaron una úlcera provocada por la lentilla y, tras la pertinente cura, le taparon el ojo con un gran apósito y la emplazaron al día siguiente para hacerle otra cura.

La desesperación de Lenitita era total, no sólo por el hecho de que no veía bien (el apósito era tan grande, que las gafas no estaban en su sitio y tampoco veía bien con el ojo bueno… menos mal que la acompañaba su querida y sufrida Madre…), sino porque la doctora le había dicho que tendría que estar con el ojo tapado tres días y un mes sin lentillas.

Precisamente ese fin de semana en el que iban a celebrar el cumpleaños de su querida y sufrida Madre dentro y fuera de casa con la familia. Precisamente ese fin de semana en el que tenía una actuación con sus compañeros del coro romero (la primera para ella en la calle).

Desolada, cogió un taxi y preparó el petate para ir a casa de su querida y sufrida Madre (ya había decidido con anterioridad pasar el fin de semana allí, por el tema de la celebración y porque en Semana Santa le viene mucho mejor estar en el centro y no depender del coche).

El sábado acudió de nuevo al hospital para realizarse la cura y volvieron a taparle el ojo, esta vez con un parche más discreto que su querida y sufrida Madre le había agenciado en una farmacia. El nuevo parche pasaba prácticamente inadvertido con las megagafas de sol que su hermana le había prestado, pero las gafas de sol no pasaban inadvertidas a ciertas horas de la noche…

El domingo, por fin, la chica que le realizó la cura se mostró bastante optimista y le dio permiso para quitarse el parche a cambio de que se untara una pomada por las noches durante unos días.

El lunes Lenitita acudió a su óptica de toda la vida para encargar una lentilla nueva y para que su óptico de toda la vida le inspeccionara el ojo. Al parecer estaba totalmente recuperado.

El martes Lenitita se aseguró de ese diagnóstico acudiendo a la consulta de un prestigioso oftalmólogo (en realidad, acudió a acompañar a su querida y sufrida Madre y, de paso, a pedir cita, pero para su asombro, se la dieron esa misma tarde).

Y así de bien comenzó Lenitita sus ansiadas vacaciones.

Además, durante su convalecencia, recibió sendas dedicatorias de sus hermanas, con todo el cariño.





Y como cuando a Lenitita se le mete una canción en la cabeza no deja de tararearla, pues se ha pasado estos días tarareando las dos por igual, con su parche en el ojo…

:D