miércoles, 30 de diciembre de 2009

Recapitulando (II).


Tal y como hice el año pasado, voy a intentar recapitular sobre lo acaecido el año que termina. Como ya he comentado más de una vez, tengo memoria de pez, por lo que es muy posible que se me escapen muchos detalles, pero allá voy.


Este año ha estado marcado por mi estabilidad geográfica. Finalizado ya el destierro, me he pasado el año en casa, lo que me ha dado la oportinidad de poder hacer planes y tomar decisiones. La más importante, sin duda, ha sido la compra de mi piso.


Otro momento importante se produjo en el verano (al igual que el año pasado) cuando decidí cumplir otro sueño viajando a Italia. Fue un viaje increíble del que quería dejar testimonio por escrito, pero la falta de tiempo me lo ha impedido y ahora, seguramente, me lo impedirá mi memoria...


En cuanto al trabajo, quizá haya sido lo que menos ha variado desde que llegara a Siberia en septiembre del año pasado (Siberia es como llamo al pueblo donde trabajo, por la diferencia de temperatura que hay con respecto a la capital). El caso es que sigo con mi condena, pero pienso que ya vendrán tiempos mejores, por lo que he decidido no concursar este año, que ya estoy un poco harta de tanto cambio.


Este año también he tenido que despedirme de una gente estupenda. Echo de menos a Rose, a Lauri, a Elsa, a Elisabet... mis compis de fatigas, de recreos y confidentes. También este año tengo buenos compañeros y, seguramente me lamentaré de perderlos a ellos en el futuro.


Me acuerdo también de mi viajecito a Málaga y de las buenas noticias que me dieron allí. Volveré pronto.


También me acuerdo de los buenos momentos que he pasado con mis compis de la UPM en el curso de guitarra. De la despedida en mayo con su actuación correspondiente y posterior fiestecilla y del reencuentro en octubre. Este año además me he atrevido a tocar ante otras audiencias y he superado mi miedo escénico tocando incluso ante mi familia el día de Nochebuena.


Me acuerdo de mi tortura con el fisio, de mi vuelta a la natación, de las risas en el piso de mi hermana pintanto la pared y moviendo muebles, de mi visita a mis compis albojenses, de la tarde que pasé con mis hermanas en el antiguo Opidum (¡con lo que me gustaba ese sitio!) ahora reconvertido en cafetería, de las jornadas en la huerta de los abuelos jugando al bingo, del día que fui a comprar las entradas para el concierto de Eros, de la celebración del cumple de mi prima con toda la familia, del bautizo del pequeño Andrés, de la visita al Castillo, de la visita a Córdoba y el reencuentro con una vieja y debilitada amiga de la familia...


Desgraciadamente, también me acuerdo de malos momentos, pero de esos, mejor no hablar.


Y como no, de los maravillosos ratos que paso con el blog y con todos vosotros: Álma Máter, Nuncadejesdesonreír, Ada y los patos del estanque, Sara, Julia, Encarni, Lileth, Vicky, Bimbi, Treintañera, Dolqui, Arlequín, Loren y tantos otros que pasáis por aquí (comentando o no) y que soy incapaz de recordar ahora mismo (¿os he dicho ya que tengo memoria de pez?). Bueno, también me acuerdo de que se me han quedado muchas entradas pendientes, pero no me acuerdo de cuáles...


En fin, que al igual que hice el año pasado, voy a escoger una foto, aunque no ha sido fácil. Elegir entre más de 1.800 no es tarea sencilla, pero me quedo con ésta, porque los sueños, a veces, se cumplen.



Buen año a tod@s ;)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

A gritos.


Así nos está pidiendo nuestro ordenador que lo jubilemos. Después de la última avería que me tuvo desconectada varias semanas, volvió a averiarse al poco tiempo. Esta vez ha sido mi hermano el encargado de arreglarlo y parece que con bastante acierto. El tema es que entre la avería y el final de trimestre, no he podido contar nada por aquí.

Y lo cierto es que me hubiera gustado contar la cara del niño marroquí cuando el otro día empezó a nevar en el patio del cole; o cómo debuté el otro día en el “Nuevo teatro Infanta Leonor” con algunos compis de la UPM en un festival de villancicos al que fuimos a acompañar a unos abuelillos de una residencia; o qué tal estuvo la peli de “Spanish movie” y como no podía dejar de reírme (para vergüenza de mis acompañantes); o cómo he terminado el trimestre en el cole.

Bueno, esto último es fácil y rápido de contar: a gritos. Sí, así acabé ayer con mis críos. Es que no había manera de ensayar la actuación. Al final fue un exitazo total y todo el mundo me felicitó, pero francamente, no me compensa los malos ratos que me han hecho pasar antes, por lo que he decidido plantarme (aunque sé que, al final, me ablandaré…)

Y a gritos también acabé el día, pero fue simplemente porque, después de la comida con los compis nos fuimos al pub y, claro, allí no hay manera de hablar de otra forma.

Y ya puestos, a gritos también (virtuales) y con una gran sonrisa os deseo una ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

:D

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Otro más.


La clase de cuatro años sigue creciendo. Hoy ha llegado una familia marroquí con dos niños en edad escolar: uno para primero y otro para cuatro años. Angelitos no saben ni papa de español y a la madre le ha costado trabajillo entenderse con mi dire cuando le explicaba el papeleo para la matrícula.

Como todos los miércoles, a última hora tenía clase con ellos. K ya no llora y, aunque he tenido que pedírselo, ha venido a darme el “big hug” con sus compañeros, igual que el nuevo que, aunque no me entendía, ha hecho lo que todos.

El momentazo ha sido cuando le he preguntado su nombre: impronunciable. He intentado decir algo parecido, pero el niño me miraba y me decía que no. Le he pedido ayuda a I, otra niña marroquí que habla perfectamente español, y me dice lo mismo que el crío, yo vuelvo a intentarlo y ella se ríe y me dice que no. Total que todos muertos de risa intentando decir su nombre. Al final he decidido españolizar el nombre y decirlo a mi manera, con acento jiennense, encima. Pero creo que voy a llamarlo “Javi”, porque el final del nombre es algo parecido. A ver qué tal mañana con el hermano.

Madre mía, esto cada vez me recuerda más a mi retiro albojense, donde casi no había nombres normales. Este chistecillo lo ejemplifica perfectamente:








xD

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Superteacher.


El año pasado me metí a la clase de tres años en el bolsillo y me lo pasaba bomba con ellos. Cualquier tontería que se me ocurría la aceptaban como una rutina más y, a modo de juego, se quedaban con todo.

Este año, vino una niña nueva a esta clase. A tiene ciertos problemas y una enfermedad rara diagnosticada y, al principio, no me quería ni ver. En la primera clase conseguí que, finalmente, acariciara al perrito y al conejito que tenemos como mascotas y que hiciera la ficha del libro sin problemas. A los pocos días, A estaba totalmente integrada en las rutinas y ahora, me da un “big hug” con todos los de su clase cuando entro.

Ayer vino otro niño nuevo a esta misma clase. K nació en Japón, su madre es rumana y su padre peruano. Se ha criado entre Japón y Rumania y ahora está en España. Aún no ha cumplido los cuatro años pero parece que tiene dos o tres más de lo grande que es. Ayer fue su primer día de colegio.

Cuentan que se pasó todo el día llorando diciendo que quería irse con su mamá. Hoy decían que estaba más calmado, pero que habían tenido que cerrar la puerta del edificio porque había hecho varios intentos de escape. Yo tenía clases con ellos hoy a última hora.

Al principio ha llorado un poco y me ha dicho lo de que quería irse, pero al rato estaba acariciando al perrito y al conejito. No he conseguido que cantara con nosotros la canción, pero ha estado sentado mirándonos y luego ha hecho la ficha.

No sé, pero a veces pienso que tengo poderes. Lástima que mi curso sea mi criptonita particular…