sábado, 31 de diciembre de 2011

Minirecapitulación.




Hoy no voy a hacer un recordatorio exhaustivo del año como he hecho en otras ocasiones. Quizá porque no tengo demasiado tiempo o quizá por no querer ser repetitiva y tener que hacer entradas obligadas.

En cualquier caso, sí que me gustaría destacar un hecho importante ocurrido en este año y que va a marcar los próximos: la mudanza a mi mini piso.

También me gustaría elegir una foto representativa del año, como sí he hecho en otras ocasiones. Así que me quedo con esta: el primer amanecer desde mi nuevo hogar.




Y una premisa, extraída de una canción de Eros:

“En futuro quiero yo hablar,
porque sé que será mío.
Nuevos sueños por realizar
y no pienso rendirme nunca más”.




Buen año a tod@s,

;)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Todos cometemos errores.





Últimamente tengo el blog un pelín olvidado. Error.

No es el único error que estoy cometiendo últimamente y, más vale ir enmendándome.

Uno de esos errores ha sido decidir tocar la guitarra con mis críos en la actuación de Navidad. Vale que sólo hemos ensayado en serio una vez, pero ha sido un completo desastre. Esperemos que la cosa cambie en las próximas dos semanas…

Pero tampoco soy la única que comete errores.

Los del cursillo on-line que estoy haciendo, por ejemplo. Nos ponen unos vídeos tutoriales muy ilustrativos para realizar las tareas que nos mandan. Pues bien, después de perder la tarde intentando hacer lo que en el vídeo resultaba tan sencillo, te decides a colgar tu duda en el foro y, para tu tranquilidad, ves que no eres la única con esa duda. Y poco después la respuesta: que en el tutorial no decían tal o cual cosa, que pruebes con esta otra a ver qué tal. Tócate los pies, si lo dices en el tutorial de primeras, no pierdo la tarde y avanzo en el curso…

Otro ejemplo: mis nuevos vecinos. Son súper escandalosos y están todo el día gritando y con la tele y la música a tope. Normalmente los oigo cuando entro o salgo porque en el rellano del ascensor es donde más se les oye. Luego, dentro, ya no los oigo tanto, sólo cuando estoy en silencio como ahora. Cuando pongo la tele o estoy atareada con cualquier cosa no me doy cuenta.

Esta mañana mientras limpiaba, tenían la radio tan alta que la escuchaba como si la tuviera en mi misma habitación, así que no he tenido más remedio que poner el “Eros live” a tope, porque ya que tenía que escuchar música, que fuera la mía propia.

Por cierto, que Eros también cometió un error hace unos años: teñirse el pelo de rubio pollo. Pero, para enmendarse nos regaló este estupendo dueto con el gran Joe Cocker.






Perdonado.


:)






domingo, 27 de noviembre de 2011

From home.





Poco a poco, mis cosas van encontrando su sitio en mi nuevo hogar.

Y yo, también.





domingo, 13 de noviembre de 2011

Girl Panic!

Wow!

Duran Duran ha vuelto con las pilas cargadísimas y nos deleita con un nuevo vídeo (o un corto, más bien) muy original y lleno de glamour.





¡Buen domingo!

;)

martes, 8 de noviembre de 2011

Mouseland.

Este es el panorama que se nos presenta…



… y es que ¡siguen siendo gatos!



viernes, 28 de octubre de 2011

Aviso.





Estoy un poco missing, sí. Y más que lo voy a estar los próximos días…






domingo, 16 de octubre de 2011

Capricho 2.0




Ya os conté cómo conocí a Capricho.

Pues bien, hace un par de meses, me acerqué a la tienda donde nos conocimos porque quería comprar un soporte para colocarla en mi nuevo salón.

Y entonces ocurrió prácticamente lo mismo que la primera vez, desde la exposición de las guitarras acústicas, noté que una de ellas me llamaba…

En otras circunstancias, no me lo habría pensado y la hubiera comprado en ese mismo instante, pero me acordé del estado de mi cuenta, de la revisión que tenía que pasarle al coche y de los tres seguros que tenía que pagar en breve. Así que decidí esperar a que pasara este bache, pero, unas semanas después, recibí un regalo inesperado en forma de papelillos de colores y me fui derechita a la tienda.

Siguiendo con la serie de catastróficas desdichas que me estaba acompañando, en la exposición estaban todas las guitarras menos la que yo quería.

Se ha hecho esperar unas semanas, pero ya la tengo conmigo. Como dije, Capricho traía el nombre de serie y le iba a la perfección, así que no tengo más remedio que bautizar a su compañera de igual forma: Capricho 2.0.



:D

martes, 11 de octubre de 2011

Parejas imposibles.



Impossible Celebrity Couples


He descubierto esta página casi por casualidad y, además de echar un rato bastante entretenido, te puedes encontrar con parejas como estas…


Anne Hathaway & Rock Hudson





Clark Gable & Madonna


Grace Kelly & Arnold


Y aquí con George Clooney


Gary Cooper & Scarlett Johansson


Humphery se quedó con Angelina


Y Bergman con Johnny


Fred Astaire & Madonna, ya sabemos de dónde le viene su pasión por el baile…


Vivien Leigh & Robbie Williams


James Dean & Eva Mendes


Kirk Douglas & Halle Berry


Marilyn & Jeff Goldblum


Justin Timberlake & Audrey Hepburn


Amy & Elvis siguen cantando


Y con Sinatra también


Lauren Bacall y Marilyn Monroe se fueron de marcha con Johnny Deep


Y Humphrey Bogart hizo lo propio con Nicole Kidman y Gwen Stefani


Frankenstein fue un incomprendido, él sólo quería bailar con Cyd Charisse


Katherine Hepburn & Antonio Banderas


Liz Taylor & Antonio Banderas, nuestro actor más internacional se codeó con las grandes


Cary Grant & Angelina Jolie


Marilyn Manson sacó el lado más oscuro de Audrey


Paul Newman & Scarlett Johansson


King Kong y su amor imposible: la Mona Chita


Bueno, la verdad es que hay montones de montajes, unos muy buenos y otros no tanto, pero todos muy ocurrentes, la verdad. Si tenéis un ratillo, os recomiendo una visita a esta web.

;)


sábado, 1 de octubre de 2011

Te puede pasar a ti...




Puede que vayas a comprar una tele, con toda tu ilusión, y cuando la montes, descubras que, aunque está bien montada, está torcida.

Puede que vayas a exigir un cambio de aparato y un técnico, para evitar futuros contratiempos, y descubras, para tu asombro y el del técnico, que el aparato que acabas de adquirir (con toda tu ilusión) hace interferencias con el aparato de aire acondicionado que ya tenías de antes.

Puede que vayas a conectar el DVD a tu nueva televisión (con toda tu ilusión) y no funcione.

Puede que el técnico tenga que volver y trastear un poquito. Puede que finalmente lo consiga y que descubra, para su asombro y el tuyo, que este aparato también crea interferencias con el anterior.

Pero también puede pasar que, a pesar de los pitidos ocasionados con las interferencias, tu televisor se vea de escándalo.



Puede que contrates una línea de teléfono y ADSL y que el técnico tenga que venir dos veces porque pierdas la línea según muevas el cable.

También puede que te replantees la opción de poner más aparatos en la casa, por si al conectar uno de ellos, el apartado del aire acondicionado se pone en marcha, se abre un grifo o se enciende una luz…

Aun así, puede que decidas llamar a Dig****+ para pedir un cambio de domicilio y te quieran cobrar una pasada por algo que a los nuevos clientes le hacen gratis. Puede que te mosquees después de ocho llamadas al 902 y mandes un correo diciendo que si no se puede hacer el cambio gratuitamente, deseas darte de baja del servicio.

Puede entonces que alguien te llame y te ofrezca el cambio gratuito y un descuento en los próximos seis meses.

Puedes tener la suerte de que venga el técnico y te lo instale todo sin ninguna complicación. Asombroso.

Pero también puede pasar que decidas colocar la vajilla que te regalaron en "Los Reyes" pasados y descubras que unos platos tienen falta.

Puede que vayas a la tienda y te digan que esa vajilla está descatalogada, que ha pasado mucho tiempo y que te aguantes.

Puede que encargues un vinilo decorativo, con toda tu ilusión, y después de colocarlo descubras que tiene tres faltas.

Puede que te pongas en contacto con la empresa y te den una solución o la posibilidad de cambiarlo. Como ya está colocado, puede que decidas la opción de intentar solucionarlo y, cuando ya esté casi solucionado, te lleves un cachito de la pared… Pero igualmente, puede quedarte una pared maravillosa :D


Puede que vayas a encargar una manta para la mesa en la tienda donde te hicieron el sofá (y en la que te dijeron que no habría problema alguno) y te digan que la tela está descatalogada.

Pero también puede ocurrir que vayas a otra tienda y encuentres una que le va fenomenal y encima es mucho más barata.

Además, puede pasar que decidas cambiar de compañía para el seguro del coche y la chica que te lo está gestionando se equivoque. Puede que tengas que ir cuatro o cinco veces más, pero al final puede que consigas el seguro que querías.

Aunque también puede pasar que tu compañía anterior se moleste por el cambio y te mande cartas amenazantes.

Puede que empieces el nuevo curso escolar, con toda la ilusión del mundo, y que te encuentres el colegio hecho un desastre. Puede que el alcalde se ponga las pilas y empiece a adecentar el colegio para alegría de todos. Pero, también puede que le de por pintar una línea amarilla en todos los alrededores del colegio y tengas que pasear por Siberia todas las mañanas (cosa que, dentro de poco, no será nada grata…)

También puede que hayas cambiado de editorial y que no te hayan mandado el material. Puede que después de varias llamadas recibas unas cajas y descubras que te han mandado el material equivocado. Puede entonces que llegue la hora de empezar a trabajar con el material y tengas que buscar otras alternativas. Al final, puede que te manden el material. Quizá esté incompleto, pero te las apañarás.

Puede que pilles un resfriado de campeonato con estos cambios de temperatura.

Pero también puede pasar que, con motivo de una gran celebración, te reúnas con tu grupito de amigas de la universidad. Sí, esas con las que pasaste maravillosos momentos, con las que los sigues pasando por separado y que siguen como siempre.

En fin, todo esto te puede pasar a ti, pero TODO me ha pasado a mí.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Inevitable.




Pues era inevitable que se acabaran las vacaciones y volviéramos al cole.

Este año, como de costumbre, (lo del año pasado fue una excepción), nos hemos encontrado el cole hecho una pena. Como el Ayuntamiento dispone de él durante el verano para las fiestas, el cine de verano y las escuelas de verano, se ve que luego no le quedan ganas para limpiar y organizar un poco los desastres creados.

Total, que el jueves, tocó hacer la ronda y anotar los desperfectos (¡qué ilusa fui, que creía que con un folio tendría bastante!) Como mi clase está justo al lado del servicio de los niños (que lo usa todo el pueblo durante las fiestas), me tocó entrar y… bueno, dejémoslo aquí.

Mi clase fue la elegida para que se realizaran allí los talleres de la escuela de verano, así que me encontré mi mesa y mi sillón llenitos de pintura y pegamento. Genial.

También me encontré todas las sillas del edificio (sí, las de las seis clases de mi edificio) allí, amontonadas y muy sucias, delante de la estantería donde estaban todos los libros del programa de gratuidad, es decir, los que teníamos que etiquetar para este curso.

Además, las pizarras estaban llenas de pintarrajos. Nada especial, salvo que los pintarrajos no los habían hecho con tizas, que es con lo que se escribe en las pizarras, sino con ceras y colores que rayan la pizarra y se convierten en imborrables, con lo cual las han dejado prácticamente inutilizables y esto es algo que no tiene solución, es decir, me aguanto y tengo que desperdiciar todo el sitio que está dañado, que es mucho. (No quiero ni imaginarme qué hubiera pasado si en mi clase hubiera habido una pizarra digital…)

Eso mi clase, de lo demás no hablo que aburro al personal.

Total que hoy, miércoles y a falta de dos días para que comience el curso escolar, ha venido el teniente de alcalde a ver lo que había que hacer. Cuando ha visto la pared de humedad que hay en mi clase (la que comparte con el servicio), va y dice: “Igual habría que pintar”.

Genial, pienso yo, pero… ¿cuándo? Yo es que lo flipo, de verdad. Llevo cinco días adecentando lo que he podido de la clase, limpiando la mesa, el sillón, las pizarras (aunque no haya servido de nada), las estanterías, moviendo sillas para poder coger los libros, sellando e identificando libros para preparar los lotes que tendré que entregar a las familias, organizando material, tirando cosillas que me he ido encontrando por la clase (mejor no digo lo que me encontré en una de las papeleras…) y total, para nada.

Me veo el lunes con mis niños en fila sin saber dónde colocarlos. Es que simplemente es vergonzoso.

Y, sin embargo, a pesar de mi cabreo, sonrío por la calle cada vez que me encuentro con mis críos siberianos.

Sonrío cuando escucho lo de “¡Maestra!” o “¡Teacher!”, cuando me dan esos abrazos y besos, tan sinceros unos y tímidos otros.

Sonrío cuando veo la lista de mi tutoría, el curso que yo pedí.

Y sonrío cuando escucho esta canción. Es inevitable.





“Inevitabile” dueto de Eros con Giorgia.

domingo, 21 de agosto de 2011

Lo busqué y lo encontré (por pocas...)




Este mes estuve unos días en la sierra de Cazorla, en un lugar muy agradable que ya conocía (ha sido mi tercera visita e intuyo que no será la última). El primer día nos llovió dos veces, pero aún así, pudimos disfrutar del sol y, sobre todo, relajarnos y descansar.



Después estuve en la costa granadina, en Motril, concretamente. Mucho viento e incluso bastantes nubes, pero también pudimos disfrutar del sol, relajarnos en el jacuzzi del hotel, descansar y tapear por Motril con tres compis (gracias S, E y J por todo).



Finalmente estuve en la costa malagueña. Torre del Mar es uno de los incondicionales que no falla nunca, gracias a mi prima y mi tía que siempre nos “hacen hueco”.



Y luego, minipiso y más minipiso. Ya casi está completo y hay que empezar con el traslado de cajas. Se me acaban las vacaciones y no tengo fecha para la mudanza, pero ya no tardará mucho…


viernes, 29 de julio de 2011

Buscando el sol...





Menudas vacaciones estoy pasando.

Resulta que llamé al fontanero para que me cambiara el fregadero y acabé cambiando el fregadero, el váter, el bidé y todos los grifos del mini piso.

También llamé al electricista para ver si me podía poner la toma del teléfono en el salón al lado de un enchufe (porque en la original no había) y para que me pusiera las lámparas y algún que otro apañito más.

Finalmente llamé a un montador de cocinas para ver si podía ponerme un horno debajo de la vitro (porque en su lugar había un microondas y un cajón) y acabé poniendo el horno, el lavavajillas, cambiando la vitro, el extractor de humos y el microondas.

Encima se me ocurrió quitar las baldas del trastero (porque una se había caído y no me fiaba y porque eran bastante feas, por qué no decirlo) y comprar unas estanterías muy apañaillas y fáciles de montar que encontré de oferta en el Pryca (sí, en Jaén el Carrefour sigue siendo el Pryca).

Total, que entre pitos y flautas me he pasado el mes de julio pa’rriba y pa’bajo todo el día sin parar.

Y lo peor es que todavía no he comenzado la mudanza (las estanterías donde irán todas mis cosas todavía no han llegado y la verdad es que todavía me faltan muchas cosas, sobre todo de menaje). Bueno, lo peor es que me he quedado en la ruina más ruinosa y no puedo seguir comprando las cosas que me faltan. Por todo esto pensaba que me iba a quedar sin vacaciones.

Peeeeeero, el lunes me voy un par de diítas a la sierra a un hotelito rural que ya conozco de otros años y luego, el lunes de la otra semana me iré tres diítas a la playa a un hotel pijillo a relajarme un poquito, que después del curso que he pasado, creo que me lo merezco.



jueves, 14 de julio de 2011

El final ha llegado.






Será esta tarde. Empezaremos recordando “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte I” a las siete, y luego, a las diez, el preestreno de la esperadísima Parte II.

Como buena seguidora de la saga literaria, ya sé cómo acaba todo, pero la verdad es que tengo muchas ganas de verla.




Ah, y por cierto, voy con mi sister, que fue la que me metió el gusanillo del Harry hace unos añitos.

:)





domingo, 10 de julio de 2011

Cosas de las rebajas.






Como ya os comenté, me gusta mucho la serie “FRIENDS”.

Así que, el otro día no pude resistirme…




:)


sábado, 2 de julio de 2011

Despedida de mis alumnos.




El miércoles pasado me despedí de mis alumnos. El final de curso ha sido muy estresante y por eso he tardado un poco en redactar esta entrada, porque ellos se lo merecen.

Se merecen también que los llame por su nombre, pero me conformaré con poner sus iniciales para no tener problemas.

El último día suele ser un día diferente y divertido, pero por culpa del calor, el día no se disfrutó tanto y la segunda parte de la mañana no discurrió como estaba planeada.

Nada más entrar en clase, mis alumnos empiezan a organizarse sospechosamente en lugar de sentarse. Yo, que los conozco “metíos en un saco”, me sospecho lo que pasa, pero me hago la tonta.

- “Venga, sentaos que os cuente…”
- “Espera, maestra”

Aparece uno de ellos con una bolsa enorme y todos sonríen. Abro mi regalo (que me encanta, por cierto) y después de los besos y los abrazos les digo que yo también tengo un regalo para ellos, pero que tendrá que esperar porque hay que verlo. Oigo cómo uno de ellos dice: “Ah, claro, la foto que nos hicimos con ella…”

Nos vamos al patio con los de 3º y 5º para las actividades deportivas pero se cansan enseguida porque a pesar de estar en Siberia, el calor es insoportable, así que nos los llevamos a la única zona donde todavía no pega el sol y los entretenemos con el juego de la escoba.

Después del recreo, está programada una peli en la clase de 5º, pero la estancia se ha convertido en una sauna y es imposible aguantar allí. Dejamos que los más revoltosos salgan a darse una vuelta, pero las avispas se ensañan con ellos y cambiamos de planes. Aprovecho que en la clase de 5º hay una pizarra digital y les informo de que les voy a enseñar mi regalo.

Mi regalo es un montaje de fotos de recuerdos y la evolución de todos en estos tres años juntos. Hay que decir que el montaje lo he hecho con mucho cariño y eso, quieras que no, se nota. Además la canción “Como un niño” de Eros Ramazzotti, es perfecta para la ocasión. Resultado: mis niños y mis niñas están encantados y divertidos mientras lo ven, pero, al final, se emocionan y acabamos todos llorando y abrazándonos.

Me los llevo a mi clase y empiezo a nombrarlos uno a uno para entregarle a cada uno la copia del CD (que además contiene otros vídeos de las actuaciones que han hecho en este tiempo) con la foto que me hice con cada uno de ellos en la portada. Algunos no paran de llorar y yo, trato de tranquilizarlos para no venirme abajo. Empiezo a echarles fotos y los dejo que jueguen en la clase y pinten en las pizarras.





En ese momento, todos los malos ratos parecen muy lejanos y los veo allí, emocionados unos, divertidos otros, inconsolables otras… y veo a MIS NIÑOS, que han crecido y compartido mi vida tres años.

Veo a mi A, tan pequeño y frágil, pero sólo aparentemente, que hay que verlo cuando saca su genio. No he conseguido que supere ese problemilla que tiene cuando lee en voz alta, ni tampoco que se esmere un poco más con la letra, pero sí que haya ido mejorando año tras año y haya terminado bien el curso. Ha crecido, sí, pero sigue siendo el peque de la clase y me quedo con esa imagen de cuando estaba en 2º y se ponía una toallita húmeda en cada oreja porque decía que le molestaban las patillas de las gafas (estaba graciosísimo) y con el comentario que hizo cuando les pedí que dejaran de llorar: “Maestra, yo no lloro, es que me sudan los ojos”. Genial.

Veo a mi JM, que se ha empeñado en no hacer nada este curso y al que no he conseguido sacar adelante. Me acuerdo de cuando estaba en 2º y era un niño encantador, que aparentemente lo sabía todo, pero que cuando tenía que decirlo, se ponía muy nervioso y no había manera. Me acuerdo también de cómo empezó a cambiar el año pasado y de su cambio radical de este año. A pesar de todo, seguía siendo encantador, que venía muy contento a enseñarme las tareas los pocos días que se dignó a hacerlas y a contarme sus buenos propósitos. Me quedo con su cara de indignación cuando le regañaba por algo, como si yo fuera la persona más injusta del mundo, pero luego se daba la vuelta y veía cómo sonreía.

Veo a mi A, la típica niña empollona y un poco repipi, pero que es un encanto de niña que se esfuerza al máximo y siempre trata de agradar a sus maestros. Me acuerdo de su cara de satisfacción cada vez que recibía un sobresaliente y de su cara de fastidio cuando había fallado en algo. Le costaba venir a preguntar alguna duda, pero lo pillaba todo al instante. Le costaba esmerarse con la letra y poner las tildes, pero sólo bastó con bajarle la nota para que se corrigiera al instante. Me quedo con el día en que, con siete años, vino en el patio a decirme: “Seño, que me duele la rótula” y con aquel otro en que venía con un niño más pequeño que se había caído y soltó: “A ver si tiene un traumatismo craneoencefálico”. Hasta me hizo caso la primera cuando les pedí que dejaran de llorar, es que mi A es muy obediente.

Veo a mi AM, que sólo ha estado conmigo este año porque repitió curso, pero al que le he cogido el mismo cariño. Me acuerdo de cómo al principio estaba un poco desubicado, pero como poco a poco fue ganando terreno. Se aplicó mucho desde el principio y siguió todas mis indicaciones. Se esforzaba por mejorar y preguntaba todo lo que no le quedaba claro y se convirtió en uno de los mejores de clase. Me acuerdo también como poco a poco fue contagiándose de otros (los que habían sido sus compañeros antes) y empezó a fastidiar en las clases. Me quedo con el día en que se puso a llorar con una rabia increíble porque otra maestra le había hecho una anotación en la agenda y me quedé en la clase con él hasta que se relajó y admitió su falta, aunque al día siguiente lo negó todo…

Veo a mi MA, el regalito que me dejaron el año pasado y que me dio el curso. Este año me lo ha dado también, dedicándose a perder el tiempo, a no trabajar, a fastidiar, a interrumpir… pero luego lo veo con esa cara y esa vocecilla que me pone cuando me dice: “Maestra, no me hagas el parte”, y me doy cuenta de que simplemente es un niño, que viene al colegio a divertirse y que tengo que estar pendiente de él a todas horas para que aproveche el curso y le haya servido de algo el repetir. Me quedo con la cara de bueno que pone cuando le interesa y a la que sabe sacarle un partido increíble.

Veo a mi FM, con su carilla tan blanquita y sus pecas. Cómo ha crecido y qué guapo está. Este año ha estado más revoltosillo que de costumbre, pero ha salido adelante sin problemas. Me acuerdo de su letra, la mejor de la clase desde siempre y de lo contento que se ponía cuando se lo decía. También de su tartamudez y de su empeño por superarla (según el logopeda, no tiene nada…) por eso en las navidades pasadas le encargué que fuera él el primero en hablar en la actuación. Al principio no quería, pero luego lo hizo genial, despacito y vocalizando, “un máquina”, como ellos dicen. Me quedo con ese momento del teatro y del día que ganó una agenda escolar a la mejor libreta y su cara de satisfacción.

Veo a mi JJ, el niño tranquilo. Un excelente alumno en todos los sentidos, pero con un defectillo: es muy lento. Me acuerdo de todas las veces que le he tenido que dar un tiempo extra para que acabara sus exámenes, de sus continuas distracciones, de sus habilidades con el inglés y de su interpretación de Papá Noel en las navidades pasadas. Me quedo con el momentazo en la actuación, cuando tenía que quitarse los pantalones para que se los arreglaran y luego no podía ponérselos. Y con la carta que me escribió pidiéndome perdón por no haber traído los deberes unos días y haberle ocultado a sus padres las anotaciones que le había hecho en la agenda. Es un niño muy noble.

Veo a mi FJ, un alumno brillante. Es un niño muy inteligente y avispado, que siempre se interesa por todo y que me ha puesto en más de un aprieto con alguna de sus preguntas. Me acuerdo de lo nervioso e inquieto que ha sido siempre y lo que le costaba estar sentado, buscando mil excusas para levantarse, de sus pelos de punta que poco a poco han ido bajándose y de lo guapo que es (tiene locas a todas las niñas). Me quedo con su inquietud e interés por hacer las cosas perfectas, con su alegría contagiosa y con esa sonrisa de pillo que pone cada vez que le dices algo.

Veo a mi B, que este año empezó muy bien, pero que luego empezó a flojear y he tenido que estar muy pendiente de ella para que no se quedara atrás. Me acuerdo de su amistad con Barsinson, de lo que jugaban y de lo que se pelaban. Me acuerdo también de sus problemas con la lectura y de sus subidas y bajadas continuas (“B, parece que estás en una montaña rusa”). Me quedo con sus ganas de mejorar, de cada vez que ha venido a ensañarme la libreta para que viera lo bien que había hecho la letra y de su cara pecosa.

Veo a mi G, que suele acudir al Aula de Apoyo a la Integración por sus problemillas de aprendizaje y que por eso pasa menos rato en clase. Me acuerdo de la alegría con la que me saludaba todos los días cuando entraba o salía de clase y de sus continuas peleas con otros compañeros, a pesar de que luego eran los primeros que la echaban de menos y se acordaban de llamarla cuando había que hacer alguna actividad diferente. Me quedo con ese “Hola, maestra” y el esfuerzo extra que hace por todo.

Veo a mi A, el niño feliz. Me acuerdo de que, ya en 2º era el más alto de la clase y también uno de los más distraídos. Lo recuerdo en mi mesa, tan peinado y arreglado y con el dedo en la boca mientras pensaba la respuesta cuando le preguntaba las tablas. También me acuerdo de sus nervios, cuando discutía con Barsinson (del que no se despegaba) y le daba una especie de ataque de ansiedad (¡qué mal lo pasaba!) Me quedo con la imagen de verlo sentado en su mesa, tan alto y tan guapo, con sus gafillas azules y su pelo rubio jugando con el bote de pegamento, o el rollo adhesivo o cualquier cosa que tuviera a mano, y con esa sonrisa puesta todas las mañanas cuando me saludaba y se despedía (el último, casi siempre…)

Veo a mi R, o “Marisol”, como la han renombrado algunos compis por su parecido físico. Me acuerdo de cómo la etiquetaron como posible repetidora cuando la cogí en 2º y de cómo consiguió superar el curso. De cómo empezó a flojear en 3º y de cómo se ha dejado en 4º, aunque por fin se aprendió las tablas de multiplicar. Me acuerdo de sus dotes para el dibujo y de sus cartas y notas llenas de faltas de ortografía, lo que las hacía más entrañables. Me quedo con esas preguntas totalmente ilógicas y fuera de lugar que hacía sin venir a cuento, y también me quedo con el día en que nadie sabía responder a mi pregunta y ella, con una lógica aplastante, la contestó para asombro de todos sus compañeros.

Veo a mi R, a mi niña, aunque jamás lo he demostrado públicamente, pero es inevitable no sentir cierta predilección por alguien. R es una niña encantadora, dulce, buena, tranquila, trabajadora, constante… Me acuerdo de su sonrisa, de su buena predisposición para todo, de sus discusiones con Barsinson porque no la dejaba tranquila (en realidad, Barsinson estaba coladito por ella), de sus deseos por estar siempre en primera fila o cerca de mí. Me quedo con esa alegría que desprendía y del momento post vídeo, en el que no paraba de llorar.

Veo a mi I, que por aquí lo he estado llamando Barsinson y que ha sido mi caballo de batalla estos tres años. Me acuerdo de sus arrebatos, sus gritos, sus peleas, sus insultos, sus numeritos… pero también me acuerdo de sus buenos momentos, de su buena caligrafía y cuidado para hacer ciertas cosas, de su carilla de bueno que ponía cuando le interesaba, de lo zalamero que era, de su papel de abeto en la primera función que hice en Navidad y lo bien que se portó, de sus abrazos espontáneos… Me quedo con ese día en el que vino a abrazarme en el patio, así, sin más, y de sus lágrimas en nuestra despedida.

Veo a mi J, mi otro caballo de batalla, el niño que ha puesto una nota de color en la clase y que ha conseguido agotar mi paciencia. Me acuerdo de lo cariñoso y noble que era en 2º y cómo fue cambiando su carácter a peor. El ser diferente no es fácil y sus compañeros tampoco le han ayudado demasiado, aunque espero que acabe superándolo. Me acuerdo de cómo fue uno de los primeros en aprenderse las tablas y lo contento que se ponía cuando lo alababa, de lo sincero que era y cómo te podías fiar de su versión. Me acuerdo de cómo su TDAH se pronunció y fue haciendo mella en su carácter y su rendimiento, cómo había días que venía medio dormido y otros venía “como una moto”. Me quedo con sus abrazos, su sonrisa sincera y algunas de sus ocurrencias.

Y veo a mi A, tan pequeña e insegura como siempre. Me acuerdo cómo desde 2º era la más dispuesta para todo, pero luego se venía abajo enseguida y no conseguía reponerse con facilidad. Me acuerdo de sus continuas quejas, de sus arrebatos y llantos, pero también de su predisposición y alegría cuando te contaba cualquier cosa: “Maestra, ¿tú sabes una cosa?”, “Si no me la cuentas, no…” y se acercaba a mi oído para contarme que estaba mala o que a su hermana le había pasado tal o cual cosa. Me quedo con su aparente entusiasmo, sus ganas por mejorar y sus continuos berrinches.


Por la tarde vuelvo a reunirme con ellos. Vienen todos guapísimos y guapísimas vestidos de Pinocho para la actuación que, por cierto, salió muy bien. Todas las madres vienen a agradecerme el vídeo tan bonito y todas me cuentan “la panzá de llorar que nos hemos dado viéndolo”. Algunas me expresan su cariño y su deseo de que siga con ellos el próximo año. Después de la actuación, se dispersan, pero se van despidiendo poco a poco.

Ahora me despido de ellos por aquí. Han sido tres años duros e intensos, pero también inolvidables.




martes, 14 de junio de 2011

Una calle al cielo.




Ayer volvía de Siberia escuchando esta canción (grande Eros) y, poco después, mientras comía en casa, veía en el teledirario cómo se desmantelaba el campamento de Sol.

Y no sé por qué, me vino a la cabeza la canción…


“Corazones incrédulos
cansados de escuchar
tan solo mentiras y mentiras.”






“Una calle al cielo, sí,
pero al paraíso no llegará.
Una calle al cielo que hace un giro
y vuelve para atrás”.


miércoles, 8 de junio de 2011

Estoy...






…CORRIGIENDO…

Ser tutora, especialista, y estar en un cole en el que tenemos que hacer, sí o sí, pruebas finales trimestrales de todo, hacen que tenga que hacer 18 exámenes en 8 días. Y sí, los he tenido que preparar yo y, lo peor, tendré que corregirlos.





Pues en ello estoy. Ya me he ventilao cinco de seis.

Los registros, actas, informes, memorias, expedientes y no sé cuántas cosas más tendrán que esperar. Pero no mucho. Los finales de curso son así.

Ah, y todavía no he podido ver el escaso material que me han mandado para decidir el cambio de libros de texto y tampoco he podido hacer el montajillo con las fotos para mis niños, bueno, ni sé cómo hacerlo…



martes, 31 de mayo de 2011

Un lugar seguro.




Si hace unos meses me maravillé de la sencillez y la belleza de una canción cantada en una cocina, hoy me maravillo de esta otra y de la ternura que encierran estas imágenes y la voz de Paco Bello.




“Somos pequeños y pensarlo se nos hace grande.”



viernes, 27 de mayo de 2011

A medio camino (IV)




Hoy es mi cumpleaños.

Como en años anteriores, me planteo qué he hecho en estos años y qué me queda por hacer.

He decidido no amargarme y ponerme pequeños retos que puedan cumplirse y no agobiarme si no los consigo, sobre todos aquellos cuya realización depende de otros factores que yo no puedo manejar a mi antojo.

En las anteriores ocasiones no me ha ido mal y el reto del año pasado, va viento en popa.

Así que mi reto para este año es mudarme en cuanto todo esté listo e iniciar una nueva etapa de mi vida.

Ah, y este año no estoy mala (se ve que no soy tan mayor, jeje) sólo me duele un poco la garganta, pero eso son gajes del oficio.






domingo, 22 de mayo de 2011

Música de la A a la Z: F de Fito & Fitipaldis.





Admito que no conozco nada de la época de Platero y tú, pero desde que escuché, “La casa por el tejado”, todo lo que escucho de Fito, me gusta.




Aunque me da la impresión de que este hombre era como mis alumnos, que no es que el maestro le enseñara poco, seguro que él no lo escuchaba bien…

¿Y ésta? Me encanta, jeje.




Y bueno, para quien quiera recordar otras, aquí están “Soldadito marinero”, “Por la boca vive el pez”, “Antes de que cuente diez”, “Viene y va” o “Me acordé de ti”.

Me despido con la colaboración que hizo con Macaco en “Puerto Presente”.



“Porque un mundo sin la música, no puede nunca imaginarse…”




domingo, 15 de mayo de 2011

Uno más uno son siete (Parte II)



Sigo con mi recopilación de disparates escolares de las pruebas de Evaluación de Diagnóstico.

Pregunta: Paula y su hermano Carlos quieren hacer un almuerzo sano, y van con su madre al mercado para realizar la compra. Cuando llegan hay demasiadas personas en los puestos y deciden hacer la compra por separado.

Paula y su hermano tienen que comprar las verduras y el pescado. Llevan 30 euros y compran lo siguiente:

½ kg de guisantes a 4 euros el kg
2 merluzas a 10 euros la unidad

¿Cuánto dinero gastará Paula y su hermano?
¿Cuánto les sobra?





A ver, el angelito se ha liado. El enunciado es tan largo que el crío se ha perdido un poco. Ha pasado de los guisantes y se ha quedado sólo con la merluza y le suma otro 2 por si acaso… Lo mejor es la moneda que ha empleado: los uros.





Este otro, nos demuestra que, efectivamente, sabe sumar y restar números de dos cifras (¡y la última con llevadas!) y que conoce el nombre de nuestra moneda actual, pero no tiene ni idea del cómo se resuelve el problema…





Este alumno/a se merece un aplauso por lo que me hizo reír. Restar, parece que sabe, pero sumar… y no digamos resolver el problema…




Comentario: ¿?




Este otro, además de no tener ni idea de cómo se resuelve el problema, en ortografía está fatal…





Lo dicho, se han creído lo que cantaba Fran Perea y, en este caso, 10 + 2 = 20, ¡claaaaaaaro!





Este chavalín ha intentado razonarlo todo, pero el pobre se ha liado más que la pata un romano, porque a ver de dónde saca que el medio kilo de guisantes sale a 50 céntimos…


Comentario general a la pregunta: si las madres de estos niños vieran este ejercicio, seguro que no mandaban a ninguno a hacer los recados, se llamen Carlos o Paula, quieran o no hacer un almuerzo sano, haya o no demasiadas personas en los puestos.

Vaya, lo que ha dado de sí la preguntita. Otro día, más.

:)

miércoles, 11 de mayo de 2011

We shall be free.




Debería haber titulado esta entrada con un pregunta, porque cada vez es más difícil afirmar eso de que algún día “seremos libres”.

Una fotografía en el cuadernillo de la prueba de Competencia Lingüística que están realizando mis alumnos, ha llamado mi atención. A algunos de mis alumnos también. Y sus reacciones ante ella han sido muy diversas. Hay quien no ha sido capaz ni de completar dos de los seis renglones que les pedían y también quien ha añadido algunos más.

Después, de camino a casa, escucho en el coche a Garth Brooks, y decido compartir con vosotros esta canción:





domingo, 8 de mayo de 2011

Uno más uno son siete (Parte I)





En Octubre de 2006, la Junta de Andalucía tuvo la brillante idea de realizar lo que se conoce como la “Evaluación de Diagnóstico”, para evaluar, mediante unas pruebas, a todos los alumnos de Andalucía de 5º de Primaria y 3º de ESO sobre las competencias básicas referidas a los cursos anteriores.

Aquello resultó un desastre, porque los críos todavía no se habían puesto las pilas con el nuevo curso y además, las pruebas eran muy largas y raras, porque estaban diseñadas con unos enunciados muy largos y a mitad de pregunta, los críos se habían perdido y no sabían muy bien lo que tenían que hacer.

Total, que decidieron cambiar los cursos y las fechas de las pruebas y hacerlas a los alumnos de 4º de Primaria y 2º de la ESO en el mes de mayo. También las hicieron un poco más cortas y un poco más fáciles. Sin embargo, estas pruebas siguen siendo una auténtica tortura, sobre todo para los maestros que tienen que pasarlas y los que tienen que corregirlas.

Este año yo soy tutora de 4º y me toca sufrirlas con mis críos, esos que nunca me escuchan y que hacen las cosas “a su manera”. Además, este año han incluido una prueba de Inglés. Sí, esa asignatura que llevo intentado impartirles durante tres años y que ellos se empeñan en hablar y jugar mientras tanto…

Mi relación con estas pruebas hasta la fecha, se había limitado a la parte de la corrección. Durante mi destierro albojense tuve que corregir gran parte de estas pruebas fuera de mi horario (en mi actual centro lo organizan de otra manera, menos mal), lo que me permitió hacer un dossier de las maravillas que allí encontré.

Así que inauguro hoy una nueva sección de lo que podríamos llamar “disparates escolares”.

Pregunta de Matemáticas: (El problema era más largo, pero lo acorté). Nuria y su familia se van a la playa de vacaciones. Allí alquilar una sombrilla cuesta 3,85 euros diarios, una silla 1,26 euros y una hamaca 2,08 euros. El alquiler del apartamento cuesta 975 euros al mes.
¿Cuánto pagarán por alquilar una sombrilla, dos sillas y una hamaca?




O sea, que para averiguar lo que cuesta la sombrilla y demás, necesito sumar lo del alquiler. Y lo que es peor: si a 975 euros le sumas 3,03 te da ¡¡¡12,78!!! Este es peor que mi casera de Aldeaquemada que me quería dar la tía 11 céntimos en lugar de 11 euros…




¡Uff! Que me digan dónde está esa playa en la que alquilar una sombrilla, dos sillas y una hamaca cuesta 25.350 euros para no ir. No quiero ni pensar lo que costarán unas cañitas en el chiringuito…


Vale, ésta, sencillamente, no la entiendo. Bueno, sí. El crío en cuestión se ha liado con los decimales y ha pasado olímpicamente de ellos, se ha dedicado a sumar por un lado el alquiler y la sombrilla (sin decimales) y por otro la silla y la hamaca (sin decimales también), y eso es todo. Muy imaginativo, pero seguimos sin saber cuánto cuesta lo que pedía el enunciado.




Creo que tengo una selección de unas 20 preguntas, así que le auguro una larga vida a esta sección. La pena es que no voy a poder hacer un dossier con las respuestas de mis críos, porque, conociéndoles, tienen que ser la caña. Lo bien que se lo van a pasar mis compis corrigiéndolas…


Y mientras yo, llevo varios días soñando con las dichosas pruebas...