Menos mal que hoy es fiesta, porque me he pasado toda la
mañana escuchando la canción (en italiano y en español) y viendo el vídeo que
me encanta (y eso que nos han tenido locos a todos los fans, porque al poco de
subirlo a Youtube, lo bloquearon).
El 13 de noviembre verá la luz el nuevo trabajo de ErosRamazzotti:
Ya han pasado tres años desde “Alas y Raíces”, y aunque la
espera se hizo más corta gracias a “21.00: Eros Live World Tour 2009/2010” y a
un recopilatorio con el tema inédito en colaboración con Giorgia“Inevitabile”,
la verdad es que para los fans, estos periodos se nos hacen eternos.
El viernes se estrenará el primer single “Un angelo disteso
al sole” (el título de la versión española ha quedado un poco raro), para
hacernos la espera un poquito más llevadera.
Nos esperan catorce nuevas canciones, una pasada :)))
Me he pasado los últimos cuatro años amenazando a mis
alumnos con mandarlos al despacho. Bueno, para ser sincera, el último año muy poquito, que tenía unos niños estupendos.
Pero los tres anteriores, con mi Barsinson, mi J y mis otros regalitos, me harté de repetir que los iba a mandar a Dirección. De hecho, los
llevé varias veces, para hacer el paripé, más que nada, porque la verdad es que
allí, aparte de un discursito en plan serio y alguna que otra amenaza, poco más
se sacaba.
Ahora la Jefa
soy yo y ya me han mandado al despacho a cinco de mis niños.
Joé, no me voy a librar de ellos en la vida… y eso que los quiero un montón.
Al menos Barsinson no ha aparecido todavía por allí. Bueno sí,
el primer día que lo mandó su maestra para darme un recado.
-
Lenitita:
Barsinson, que si te veo por el despacho, que sea para decirme “Hola maestra,
qué tal estás”, ¿eh?
-
Barsinson:
Sí, maestra.
Y me dio un beso antes de irse.
Mi J en cambio, ha venido tantas veces, que he perdido la
cuenta. Yo por mi J lo di todo y lo intenté todo, pero no conseguí sacarlo
adelante como a mí me hubiera gustado. El curso pasado (que ya no lo tenía yo),
sé que fue de mal en peor y este año parece que va por los mismos pasos. El
caso es que cuando hablo con él, parece que vamos a conseguir algo, pero al día
siguiente, vuelven a traérmelo…
Temo que a mi J, el hecho de que me lo traigan al despacho,
incluso le consuela, ya que me sigue viendo como a su maestra, la que lo
cuidaba y lo protegía y con la que se sentía seguro y medio se comportaba, pero
no termina de conectar con sus otros maestros y cada vez está más rebelde y
desganado. Y cada vez se parece menos al J que yo conocía.
Y yo, sigo sin dar con la clave para ayudarlo y que salga
adelante. Y por supuesto, tampoco tengo la solución que buscan los que me lo
traen al despacho…
Igual todavía no hemos llegado a ver lo que tiene dentro
este chaval.