Uno de mis actores favoritos fallecía a los 83 años en su casa, rodeado de los suyos. Y no sé por qué, de pronto pensé en Joanne Woodward, su eterna compañera, que desde que se conocieron en “En largo y cálido verano” no se habían separado.


Mi idilio con Paul Newman comenzó hace muchos años, en uno de esos ciclos que hacían en la Primera (o como se llame ahora), que durante varias semanas proyectaban películas de un mismo actor o director. Creo que la primera que vi en ese ciclo fue la de “El buscavidas”. Redescubrirlo junto a Tom Cruise en “El color del dinero” fue todo un gustazo, así como disfrutar de él en películas como “Al caer el sol", "Mensaje en una botella" o “Camino a la perdición”, que ya es, tristemente, su último trabajo.
Recuerdo que una noche aburrida en Albox, zapeando un rato antes de acostarme, me encontré con “La leyenda del indomable” en Canal Sur. “Bueno, me quedo hasta la escena de los 50 huevos”, pensé. Pero fue imposible, había que verla entera.
Son muchas las joyas que nos deja como legado a los todos los que lo admiramos. Menos mal.