miércoles, 15 de octubre de 2008

Mi Chiquitín.


La primera vez que lo vi, apenas reparé en él, aunque lo suficiente como para dejar constancia de él en la agenda que llevaba ese día: “AX (aire) 475, blanco 3P”.

No había pensado en comprarme un coche blanco, ni tampoco con tres puertas, pero después de patearme unos cuantos concesionarios, ver las pocas opciones que éstos ofrecían en un mes de enero recién comenzado y ojeando mis notas le dije a mi padre: “vamos a por el AX”.

Al principio todo eran nervios y dudas (¡joder!, que hasta me cargué el arranque la primera semana que me lo llevé a Villanueva del Arzobispo), pero poco a poco nos fuimos conociendo y entendiendo.

No recuerdo exactamente el momento en el que, sin darnos cuenta, “el AX” dejó de ser “el AX” para ser “El Chiquitín”, pero fue así casi desde el principio.

Chiquitín me ha acompañado a todas partes desde aquel Enero de 2001 y hemos sufrido juntos prácticamente todos los temporales habidos y por haber. Aprendí a conducir con él y a disfrutar de la conducción con él y, aunque sus dispositivos de seguridad son muy limitados, siempre me he sentido muy segura con él. Y ha aguantado unas cuantas mudanzas, que aunque es muy chico e incómodo de cargar por las tres puestas, es increíble lo que ha sido capaz de transportar (en una ocasión llené una habitación entera de bolsas, paquetes y chismes, y cuando mi madre entró en la habitación preguntó: “pero ¿dónde has traído todo esto?” - “Pues en El Chiquitín.”)

El caso es que hace dos años, tuve que buscarle un relevo (que no un sustituto) para ir y venir de Albox, aunque el relevo llegó un poco tarde y él demostró que no se merecía un destino tan ingrato como el desguace. Así que se vino conmigo. Llegamos juntos el primer día y nos fuimos juntos el último día. Como siempre.

Ahora me dicen que qué voy a hacer con él, que cómo voy a mantener dos coches, que para qué lo quiero…

Pero es que, es Mi Chiquitín.


6 comentarios:

Julio C dijo...

Al "ponerse en tus zapatos" que dicen los ingleses, te das cuenta de que tiene que ser difícil desprenderse del coche que te ha acompañado en tantas cosas.

Elena dijo...

Por eso sigue conmigo ;-)

Treintañera dijo...

Te entiendo perfectamente!Hace un poco mas de un año que me hice con un forito con mas años que el Sol, pero ahi esta el tío!Me lleva a todos lados y más pensando que era para dar un par de vueltas por mi ciudad e ir de tiendas y a los 2 meses me suge el trabajo de mis sueños en otra ciudad y el pobre aguanta el trote como un campeón!!!Ayyy!Mi forito!!

Elena dijo...

Pues cuídalo, que verás como te lo agradece :D

En las nubes. dijo...

Que bonito post, si has compartido tanto con él es normal que le hayas cogido tanto cariño, son demasiadas experiencias, ¿verdad?
Soy nueva en este mundo de los blogs, pero te leo desde hace tiempo...Me enganche con el blog de lileth y luego fui enlazando unos tras otros. Esta semana me decidí a crear el mío propio. No sé si duraré...a ver...
Un abrazo.

Elena dijo...

Gracias Julia, nos vemos por tu blog ;-)