martes, 7 de octubre de 2008

¿Somos grandes o no?


Según para qué.

El otro día aluciné en colores cuando me enteré de que hay un nuevo reality para enseñar a ser mamá: “Madres adolescentes”, se llama (que, por cierto, no pienso ver). O alucino cuando oigo que mis alumnos y alumnas, de cualquier curso de primaria, me hablan de sus novias o novios. O alucino cuando un alumno de segundo de primaria, con 7 añicos, me dice que hoy no tiene sueño porque su mamá le ha dado café para desayunar (y luego me extraño de que el crío no pare un segundo), u otra me comenta alegremente que su papá le da un sorbito de whisky cuando él se toma uno.

Hay una canción de mi idolatrado Eros, que habla de los sentimientos y las sensaciones de cualquier padre/madre que ve marchar a sus hijos. Quizá siente que ese momento ya no está tan lejano y se está preparando para ello.

Mis padres seguro que esperan ese momento desde hace tiempo, y aunque me he ido de casa intermitentemente en cinco ocasiones, siempre vuelvo.

Ya soy grande, tengo edad para comprarme un piso e independizarme de una vez, lo que no tengo es la opción. Los pisos, por mucho que digan que están bajando, siguen siendo algo inalcanzable para mí.

Y bueno, todo este rollo lo he soltado para colaros la canción de la que hablaba antes, que me gusta mucho y es de las pocas que tiene habilitada la opción de “insertar”. Además, no es porque yo sea 100% ramazzottiana, es que la canción es muy bonita y el vídeo, precioso:


2 comentarios:

MediaBaldosa dijo...

Preciosa la canción, no la conocía.

Elena dijo...

Como la gran mayoría de las canciones de Eros, las menos conocidas suelen ser las mejores.

Me alegro de que te haya gustado.